En nuestra casa llega San Cecilio y las fiestas de San Blas (1-3 Febrero) y ya huele a pestiños. Mientras vivía mi tía Fina era ella la encargada de hacerlos y la que nos ha transmitido la receta . En lo único que hemos variado ha sido en el tamaño porque a ella le gustaban bien hermosos pero nosotras estamos batiendo récords en miniatura.
INGREDIENTES:
- 1 kg. Harina.
- 3 cazos de aceite caliente.
- 1 cucharada de semillas de anís.
- 1 cucharada de canela.
- 4 cazos de vino blanco.
Antes de nada ponemos la sartén donde vamos a freír los pestiños con bastante aceite con unas mondas de naranja para aromatizarlo y se deja calentar bien pero no fuerte.
Por descontado decir que el aceite es mejor virgen extra.
Preparamos en un bol o recipiente la harina haciendo un volcán. En el hueco ponemos las semillas de anís y espolvoreamos la canela.
Vamos tomando con el cazo el aceite caliente y lo volcamos sobre las semillas de anís y por toda la harina. Como estará caliente nos ayudamos con una cuchara de madera preferiblemente y vamos mezclando la harina para repartir todo el aceite y coja temperatura. Es el momento de meter ya las manos y intentar amasar restregando la harina hasta que veamos que esta bien repartido el aceite.
Añadimos el vino y volvemos a amasar bien hasta que se integre y quede la masa bien lisa como se puede ver en la foto.
Podemos dejarle reposar unos 30 minutos.
Podemos ir preparando unas bolitas para aligerar que nos salgan parejas de tamaño.
Estiramos con un rodillo, doblamos, estiramos y los ponemos en el aceite que tendremos bien caliente pero sin que llegue a humear y dándoles un buen estirón de los extremos porque en el aceite se encojen mucho. Es importante que la temperatura este constante para que se hagan bien por dentro y se tomen color parejo. Aunque son un poco rebeldes, hay que ir dándole la vuelta con paciencia. Para esto se estirar, freír y rebozar, tengo la ayuda de mi amiga Encarni y hacemos un buen equipo ya sincronizado y así se consiguen buenos resultados seguro.
¡Ya están! ¡Listos para degustarlos!
Otra manera es melarlos haciendo un almíbar fuerte con agua, azúcar y aromatizarlo con piel de naranja. Lo ponemos al fuego y dejamos hervir hasta que consigamos un almíbar bastante denso de manera que cuando metamos el pestiño se quede impregnado y no le resbale quedando bien napado.
Lo retiramos y dejamos secar sobre un papel de horno u otra superficie antiadherente. Cuando están bien fríos se despegan y se emplatan. !Pero cuidado el almíbar quema mucho!
Este es el resultado.